18/11/09

Sobra un sombrero y faltan certezas

Sinapsis yuxtapuestamente deformadas, acaparan los sentidos y no dejan ver.
Yo, q enarbolé banderas con tu insignia, ahora me descubro quitando tu estandarte.
Es. No es. Si y no. Fue él. Fui yo. Fue aquella. Y el de más allá.
Como si importara quién. Quién le facilitó al inodoro vomitar su acidez.
Está y punto. La acidez, digo. La putrefacción. Esa inverosímil sensación de querer creer y no poder, de suponer pero no saber, de intuir y a la vez desconocer.
Y la reacción… esa nefasta insubordinación! Rebelión adolescente q se ahoga en un vacuo misticismo carente de fatídica realidad.
La vida. Es la vida la q aisla al corazón e impulsa a la razón. O no. O son las simples mañas de nuestros “yo”.
Si hubieran sido tus manos, y no las mías, las q secaran mis ojos… si hubieras estado ahí para mí, yo ahora sería otra. Sería más. Tanto más! Pero los egos engordan como esponjas bajo el agua. No es por que sí q estamos así…