31/8/09

Estos Gipsy no son Kings...

Gentes y gentas! Mientras mi amigo Ico recorta y adapta las fotos de El Pony (no, no es ¨del Pony¨ en este caso), les presento a una gitana desplegando todo su sucio y asqueroso amor de madre gitana. Xq para hacer lo q hace hay q amar, eh... y ser sucia y asquerosa! Resumiendo: hay q ser madre gitana (y no me vengan con q soy racista y esas mierdas. Vean el video y después hablen!).

A lo nuestro:
- Boluda... viene Radiohead!
- Posta???!!! Cuándo?! Dónde? A cuánto? Bah... como si importara a cuánto. VAMOS VAMOS VAMOS!!!
- Si si!! Obvio q vamos! El Google tiene todas las respuestas. Vení, vamos a verga qué onda.
- Ahí tan las entradas. Las saco?
- Dale dale, sacálas y después los q quieran venir q se manejen, a ver si se agotan...
¨Click¨
- Listo. Vamos a ver a Radiohead!!!
- WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!

Meses después viajé a Malos Aires (digamos las cosas como son y no como se llaman) con Anco, Ico y Odri. Allá se nos unió El Mimo.
San Telmo. Domingo. Fueron alguna vez? Alta joda! Música, gente loca, ropa linda, más música, gente más loca, artistas grosos, engañaturistas, chantas pedorrísimos q ganan por bizarros. Y dale q va. Así y asá. De todo, mucho.
Y el depto en plena calle juerguera. Día lindo. Sol, cervezas, humos, risas y la peste q yo llevaba encima y esparcí después entre los demás.
- Che... servimos unos vasos de birra y vamos a la calle?
- Dale.
- De una!
- A full. Pero primero hagamos de sahumerios acá adentro.

Y salimos, con el cerebro sahumerizado y los corazones ansiosos, a flashearla con las criaturas del lugar.

Y nos sentamos en la vereda. Al lado, una gitana con su crío.
No habían pasado 5 min cuando mi naríz se retorció de espanto y expectoré un ¨qué olor a mierda! Pero qué olor a mierdaaa! Laaaaaaaaaa¨
- Yo no siento nada... (era Anco, obvio. Siempre con su frigidez nasal)
- Me estás jodiendo... qué baranda, la puta madre!

Y miré a mi gitaneada izquierda. UJ! El little gipsy (no tan little como para no avisar lo q estaba haciendo) contorsionaba su cuerpo al ritmo de ¨Qué buen cago me estoy echando, cómo la estoy disfrutando, hay gente q me está mirando, me la friega... yo sigo cagando!¨ y acompañaba esta casi danza con satisfactorios espasmos faciales q le blanqueaban los ojos. Sí. El niño se cagaba encima sin ningún tipo de consideración por las narices y ojos ajenos.
La madre, al notar lo q pasaba, se levantó, le djo algo incomprensible y se alejó. El niño la siguió, aún danzando y dejando sus teresos tras de sí, creyéndose el miguero de Hansel y Gretel. Dos pasos, un sorete q patinaba por su pierna y caía flácido al piso.
Mis ojos y fosas nasales se negaron a seguir al lado de tan maloliente espectáculo, por lo q vasos, risas y asco a cuestas avanzamos unos metros y nos instalamos en otro sector de la cuadra.
Apenas nos estábamos acomodando cuando nuevamente miro a mi izquierda y noto q ooootra vez la tengo gitaneada. Esta vez sólo pude decir ¨Anco, dame la cámara!¨